Un proyecto de diseño gráfico consiste fundamentalmente en comunicación visual, en otras palabras, el arte y la práctica de la planificación y proyección de ideas y experiencias con un contenido visual y de texto. La forma de la comunicación puede ser en físico o virtual, y puede incluir imágenes, palabras o formas gráficas.
La experiencia puede tener lugar en un instante o durante un largo período de tiempo. El trabajo puede ocurrir en cualquier escala, desde el diseño de un solo logo para una marca personal, el diseño de catálogos, hasta un sistema nacional de señalización postal, o desde banners digitales de una empresa, para el extenso y multicultural contenido digital y físico de un periódico internacional. También puede ser para cualquier fin, ya sea comercial , educativo , cultural o político.
Dependiendo del contexto en el cual se desarrolle a nivel de trabajo un diseñador gráfico y de la etapa de la carrera, puede encontrarse con una gran variedad de diferentes títulos de trabajo. De esta manera puede situarse en diversos elementos del mundo laboral, dentro de muchas instituciones o estudio de diseño gráfico, un diseñador junior, normalmente elevarse a un diseñador senior, entonces director de arte, y luego director creativo. Depende de la industria actual o el medio, el diseñador junior, se puede llamar a un diseñador gráfico, diseñador de interfaz de usuario, diseñador visual, diseñador de animación, diseñador digital, diseñador de páginas web, animador, artista de producción, o el artista gráfico.
En diversas situaciones un diseñador gráfico se puede tropezar como todo ser humano con instantes profesionales en los cuales omite detalles que propician descuidar el trabajo y la credibilidad del mismo; y en ocasiones, se puede dar cuenta por personas cercanas que notan los cambios en la calidad del trabajo o por quejas fundamentadas de los clientes que hacen ver las fallas. Por ello, es necesario analizar el trabajo realizado porque estas acciones pueden ocasionar desmotivación, o que haya fracasado como diseñador. Porque ser diseñador gráfico es un trabajo en el cual se requiere vocación por lo que se realiza.
Entonces, es necesario puntualizar algunos de los errores más comunes que comete un diseñador gráfico y que podrían pasar desapercibidos ante sus propios ojos. Por ende, se procura siempre intentar realizar un trabajo de calidad para tener credibilidad y encaminarse al éxito laboral, de esta forma podrás atraer nuevos clientes elaborando un diseño de imagen gráfica adecuada para cada empresa
A continuación se expondrá lo que se considera como los 7 errores en diseño gráfico más comunes:
No continuar estudiando
Este error es muy común en el campo laboral del diseño, un diseñador gráfico debe estar nutriéndose cada día de nuevas herramientas para seguir creciendo profesionalmente, y sea en cursos, especializaciones, tutoriales en internet o ejercicios que se realicen por cuenta propia. Es necesario acotar, que el día en el cual se pierda esta curiosidad por la imagen del trabajo propio, caerá en la rutina y prontamente bajará su calidad. Hay que pensar cada día que el mundo tiene necesidades de comunicación distintas y esto es algo que se aprende con la experiencia, un diseñador debe conseguir los medios para atender cada problema según las necesidades específicas del mismo.
No definir un plan de proyecto de diseño gráfico antes de empezar
No importa si lo pidió un cliente, o sea un proyecto personal o simplemente un ejercicio gráfico. Es necesario saber en qué dirección apuntar; saber del tono visual que requiere el mensaje, cuál es el público, desde cuál medio tendrá una salida. Tener por escrito la idea del proyecto de diseño gráfico a desarrollar y los objetivos a cumplir, permitirá explorar al máximo las posibles resoluciones para un óptimo resultado sin perder tiempo en desviarse de los objetivos.
No aceptar las críticas
La relación entre el cliente y el diseñador gráfico siempre ha sido difícil, incluso antes de que el diseño gráfico existiera como carrera. Son tantos los momentos amargos que se viven con los clientes que la mayoría de los diseñadores están siempre a la defensiva, sintiéndose insultados a la menor crítica de su trabajo, pero se debe entender que una vez presentada una gráfica, esta es independiente al diseñador y su fin último es el de comunicar clara y eficientemente un mensaje, si el cliente no lo entiende o le queda alguna duda entonces hay que evaluar la causa de la crítica de forma objetiva e identificar los posibles cambios a realizar.
Recordemos que el diseñador es un mediador entre alguien que necesita decir algo y un público, se debe dejar el ego a un lado y saber cuándo el cliente está en un error y cuando el error es propio.
Agregar elementos innecesarios a nuestra imagen
Un error común en los diseñadores con poca experiencia es la de empezar a agregar elementos u efectos innecesarios al discurso para tratar de cubrir lo que en la imagen simplemente no se ve bien. Se debe recordar que en cualquier proyecto de diseño gráfico, la imagen debe comunicar un mensaje, por lo que agregar cosas extra sólo creará ruido visual y distraerá al lector del mensaje.
Lo que verdaderamente se debe hacer es procurar realizar una buena composición que genere un balance con todos los elementos de la imagen y agregar efectos de forma consciente y con un objetivo claro.
No definir una estructura de trabajo
Muchos principiantes suelen dejar las cosas para última hora, sin evaluar el tiempo que ocupará cada proyecto de diseño gráfico, pero como profesionales es necesario poder dividir un proyecto en cada uno de sus pasos y a su vez identificar el tiempo que ocupa cada uno. Al tener esquematizado todo esto, se puede seguir un plan bajo el cual cada elemento de la imagen habrá sido trabajada con el tiempo necesario para su óptimo acabado.
Siempre se debe recordar agregar un tiempo extra en ese plan de trabajo para resolver cualquier asunto que se salga del plan o simplemente revisar con detalle que todo esté en orden.
No hacer un contrato
Este es un error que le suele pasar a los diseñadores freelance, muchos suelen ver esta estructura de trabajo como un medio informal, sin darse cuenta que de presentarse un problema no tienen forma de reclamar el dinero que les corresponde, los derechos por su obra o no caer con la culpa de algún error en el arte.
Si no se tiene experiencia al respecto siempre es útil pedir asesoría a profesionales de otros campos que entiendan con detalle este tipo de contrataciones. En Galerna Estudio estaremos encantados de ofrecerte diferentes propuestas de proyectos de diseño gráfico adaptándonos a tus necesidades técnicas.